lunes, 1 de mayo de 2006

Despedida


Freelandia, 29 de abril de 2006

DESPEDIDA

A Linda,
que ha envejecido dentro de mis ojos.


Hoy llueve, párpados afuera y adentro, hasta la sequía.

El viento de la vida no llegaba a tus pulmones en estos días de agonía que, en la soledad de tus rincones, serena y callada afrontabas bailando con la muerte este último vals de primavera.

En nuestra última noche de vigilia, tu dolor rompió el silencio y en tu lengua, esa que nunca supe hablar pero si entender perfectamente, y en tus ojos, ya derrotados, me dijiste que era hora de partir, que el dolor solo es útil cuando hay esperanza, que la vida hay que vivirla con dignidad y que la Muerte puede ser una amiga llegado el caso.

Amaneció y nos fuimos juntos en busca de la paz, del silencio más profundo y de la luz. No nos dijimos nada, no hacía falta, nuestras miradas se ataron en un lazo de agradecimiento y despedida. El veterinario te administro el barbitúrico y tu calor se quedo en mis manos y tu dolor se disolvió en mi corazón.

Gracias por los quince años de convivencia y compañía.
Ya no volverás a despertarme a la siete de la mañana, cuando el cansancio hace mudo el despertador.
Ya no me vendrás a buscar para que te abra el grifo derecho del lavabo, ese en el que tanto te gustaba beber agua corriente.
Nunca más vendrás a recibirme cuando llego a casa y a juguetear entre mis piernas y conducirme al balcón para que te lo abra y puedas retozar entre las macetas al aire libre.
Nunca más, a la vera de esta ventana al mundo, escrutarás, curiosa, lo que escribo; ni atenta escucharás mi voz leyendo versos que tanto nos gustaban.
Nunca más me leerás la cartilla por llegar tarde o por no venir a dormir a casa.
Ya no sentiré ni el peso ni el calor de tu cuerpo en mis pies cada noche y mi cama será más ancha, más vacía y más triste.

Dicen que los animales de compañía se parecen a sus amos -no hace falta decir, en este caso, quien es la ama y quién la compañía- y me gustaría que fuera verdad: Solitarios sin soledad, independientes sin egoísmo, tiernos, pacíficos y armoniosos.

Tu recuerdo vivirá mientras yo viva.

Buen viaje, compañera. Miauuuuumor

Joshua Naraim

3 comentarios:

indah dijo...

Hasta siempre, Linda. Yo sé qué significa despedirse, y lo duro que resulta. También sé que tú lo hubieras sabido.

Un cariño para ti, ya sabes: para el camino.

Y otro para Joshua.

Mar dijo...

Es una hermosa despedida, Joshua.

Tenía que haber contestado antes pero no lo he hecho. A veces, sin saber (o sabiendo) por qué, dejamos esperar las cosas.

Te acompaño en este sentimiento y te mando un beso.
Mar

panteraenlanoche dijo...

Ciertamente es un felino.Cuando yo estuve en el camping de el Saler en Valencia,había una perra que tuvo cachorros y los repartieron, yo me quedé con uno,él no había abierto aún los ojos.
Entonces cuando se terminaron nuestras vacaciones en el camping,lo trajimos para Galicia.
En Septiembre abrió los ojos, y me miró, fue la primera persona a quien vio,esos lindos ojos negros azulados.
Yo que tenía 17 años,cuidaba de él, lo sacaba a pasear,lo llevaba a correr por la orilla del río,y como lo dejaba sin la correa, cuando tenía 8 meses, pasó un camión , se asustó con el sonido y se escapó, no volví a saber de él.
Lo busqué, llamaba por él , muchas veces, pero nada.
No volví a tener perro,quizás eso produjo demasiado dolor,pensar que sería de él,ahora estará muerto, es tan triste que duren tan pocos años.
Por eso no quiero cuidar a otro perro, no quiero sufrir su muerte.
Al final es uno más de la familia y yo que le cojo tanto cariño hasta a las cosas que...
Me gusto tu post, aunque antes de leer pensé que sería tu novia, no tu gata.
Besos de pantera en la noche.

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